GERMAINE DERBECQ

LE QUOTIDIEN

22 de Septiembre de 1956

LAS EXPOSICIONES: MICHELLE MARX Y ORTILLA DE SARAVIA EN GALATEA

Por Germaine Derbecq


Las Exposiciones


Michelle Marx y Otilia de Saravia en Galatea


No es necesario precisar que Michelle Marx trabajó con Pettoruti. Encontramos todavía las enseñanzas de este maestro en sus obras. Sin embargo, logró a despejarse de las tonalidades muertas y renovó los colores de su paleta que son más transparentes, más alegres y parecen corresponder mejor a su temperamento. De todas maneras, no abandonó los efectos de la luz artificial que no son a menudo una luz pictórica, lo que debe molestar mucho a Michelle Marx, que quisiera ser pintora abstracta. En cuanto a los ritmos, no tienen el espacio indispensable para desarrollarse. Por otro lado, haber integrado las formas naturalistas es un agregado bastante molesto, incluso admitiendo que sea para hacer intervenir un elemento de ruptura.


Otilia G. de Saravia


Esta primera exposición de una joven artista es un conjunto de una visión global de los temas naturalistas más o menos transpuestos, siguiendo ciertas evocaciones de la manera de pintar de hace cuarenta años, vagamente Matisse, vagamente Lhote, y otros más.

Otilia de Saravia se sitúa entonces en un radical-socialismo pictórico de buena aleación, en un tiempo en el que los jóvenes pintores son firmemente de izquierda con la abstracción u obstinadamente de derecha, con un naturalismo post cubista desvitalizado.

Esta artista tiene los dones de pintora y algunos conocimientos de los que se sirve con una torpeza muy personal, lo que reserva a veces sorpresas de sabor auténtico, que furtivamente salen a la luz. Queda averiguar como un talento que no es totalmente naif, que no es aún sabio, y que parece bastante soñador, va a resolver sus conflictos pictóricos guardando alguno de los pocos momentos de inocencia que son todo su interés.


Le Quotidien