GERMAINE DERBECQ

LE QUOTIDIEN

26 de Marzo de 1954

LA EXPOSICIÓN “CINCUENTA AÑOS DE PINTURAS Y ESCULTURAS ARGENTINAS” EN CHILE Y PERÚ

Por Germaine Derbecq


La exposición “Cincuenta años de pinturas y esculturas argentinas” en Chile y Perú


En 1953, la Sociedad Nacional de Bellas Artes, de Chile, había invitado oficialmente a los artistas argentinos a organizar una exposición conmemorativa del 143° aniversario de la Revolución de Mayo, contribuyendo de esta manera al acercamiento espiritual de los pueblos latinoamericanos.


Ha sido necesaria una selección con el objetivo de dar una visión global de la pintura y de la escultura en Argentina desde hace cincuenta años.

Setenta y cuatro pinturas y doce escultores elegidos entre los mejores representantes de todas las tendencias, enviaron más de cien pinturas y catorce esculturas: desde el pintor Malharro hasta las esculturas abstractas de Irurtia o los Madis. Aquí les presento algunos nombres: Azzoni, Basaldua, Battle Planas, Berni, Butler, De la Cárcova, Castagnino, Lía Correa Morales, Daneri, Del Prete, Dominguez Neyra, Fader, Fernandez Muro, Raquel Forner, Vicente Forte, Sarah Grilo, Guido, Jarry, Kosice, Larco, Larragaña, Abel Laurens, Lopez Naguil, Lozza, Maldonado, Anita Payró, Pettorutti, Pierri, Pirovano, Presas, Quinquela Martín, Quirós, Alberto Rossi, Russo, Soldi, Spilimbergo, Thibon de Libian, Venier, Victorica, Xul Solar y Yente; los escultores: Badií, Blaszko, Curatella Manes, Falcini, Fioravanti, Kosice, Labourdette, Machi, Sibellino e Irurtia.

Esta Exposición se inauguró el 25 de mayo en el Palais de l’Alhambra, en Santiago de Chile, y durante un mes se sucedieron conferencias, recitales poéticos, conciertos, presentaciones de películas culturales. La prensa chilena se interesó unánimemente y sus comentarios fueron, en general, muy elogiosos.

Luego, en octubre, esta misma exposición fue presentada en Perú, en el Museo Nacional de Reproducciones, en Lima, conociendo nuevamente un gran éxito. Más de mil quinientas personas la visitaban cada día, lo que parecería ser un récord. La prensa lo presentó como un logro en el género y reconoció la importancia en los intercambios culturales que calificó de “verdaderos embajadores” y “buena política”. Esto nos permite confirmar una vez más que, organizados y siguiendo un objetivo definido, tales manifestaciones son útiles. No sabemos todavía si esta exposición va a seguir su periplo, pero de ahora en adelante podríamos sugerir cuán interesante sería que Buenos Aires pueda verla antes de que se disperse. Un panorama de cincuenta años de pintura y escultura en Argentina es un conjunto que no se ve todos los días.


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