GERMAINE DERBECQ

LE QUOTIDIEN

24 de Agosto de 1954

LAS EXPOSICIONES: 4TO. SALÓN NACIONAL DE GRABADOS Y DIBUTOS | ZYGRO EN GALATEA | SEOANA EN BONINO | TORRES AGÜERO EN KRYAD | AZZONI EN VAN RIEL

Por Germaine Derbecq


Las exposiciones


El 4to Salón Nacional de Grabados y Dibujos


El afiche prometedor, en el mejor estilo moderno, podía hacer suponer una orientación nueva de esta exposición, pero no fue así. Este salón no presenta más que obras carentes de toda intención plástica; aspiran solo a un buen trabajo, a menudo con un anacronismo desconcertante.

Hay algunos pocos que se esfuerzan por demostrar que el dibujo y el grabado no son solamente técnicas, pero estos artistas son una minoría. Entre ellos podemos citar a algunos: Alda María Armagni (2do Premio), Badií, Oscar Barberis, Castagni, Faggioli, Laurens, Francisco Ramos de los Reyes (mención), Rosario Moreno.

En cuanto a los premios, son numerosos, más de veinte, de los cuales los principales, el Gran Premio del Presidente de la Nación Argentina y el Gran Premios de honor del Ministerio de Educación fueron otorgados a los dibujantes Elba Villafañe y Hector Perrazo, y a los grabadores Adolfo Sorzio y Beatriz Juarez.

Este tema de los premios ya hizo derramar demasiada tinta. Premios a menudo acusados de todos los estragos. Es cierto que pueden ser una ayuda material, aunque pueden también incitar a concesiones que no son utilizadas para el arte. Los artistas crean solamente con total libertad, entonces para ayudarlos verdaderamente hay que tener en cuenta este factor esencial.

Deseemos que el Salón del Grabado y del Dibujo el año próximo reunirá obras que serán más significativas, lo que no sería una dificultad —los dibujantes y grabadores modernos de valor no faltan en la Argentina.


Zygro en Galatea


Mientras que muchos pintores se dejan tentar por las búsquedas de materiales nuevos, cada vez más refinados, los grabadores saben servirse de la riqueza de los valores y de los efectos poéticos que el cobre y el punzón permiten. Incorporando elementos inusuales, encontraron nuevas y seductoras expresiones. Zygro puede incluirse en este tipo de artistas.

Sus grabados sorprenderán a varios ya que tienden a lo pictórico. Resultado ilícito para un grabador ortodoxo, pero más que válido desde el punto de vista del arte.

A estos artistas les hace falta imaginar nuevas técnicas que les permitan renovar las expresiones grabadas. Ciertamente, los medios simples tienen ventajas; en cambio, los medios multiplicados incitan a menudo a una desidia y al efecto en perjuicio de la profundidad.

Por el momento, Zygro no se preocupa por esto. Está totalmente compenetrado por el encantamiento de reconocerse con sus nuevos juguetes, con los cuales se entretiene desarmando y ajustando al grado de su fantasía, para su mayor placer y por el nuestro.

La Galería Galatea que está con este grabador desde sus comienzos en la edición del arte, presentó un buen enmarcado que contiene los grabados en negro y en colores, los cuales poseen, como los de la exposición, un encanto particular debido a los acordes imprevistos del grafismo y del colorido.


Seoane en Bonino


Seoane pinta y compone sus cuadros con autoridad, no dejando nada al azar y utilizando todos los recursos de sus conocimientos. Sus dibujos simplifican, aunque no recrean. Las gamas de colores limitados sabiamente, muy saturados y vibrantes, se imponen con firmeza. Un trazo negro subraya muy a menudo, recurso que resuelve fácilmente bastantes dificultades.

La visión de Seoane es esquemática, consecuencia de la disciplina a la cual ha debido someterse el ilustrador. Este artista dice lo que tiene que decir sin metáforas ni parábolas, se revela de un golpe y entero. Sin ninguna duda, si se hubieran inventado nuevas formas, sus pinturas ganarían en misterio y en poesía.


Torres Agüero en Kryad


Este pintor, que es uno de nuestras esperanzas entre los nuevos artistas figurativos modernos, atraviesa visiblemente un momento difícil de su evolución pictórica.

Esto prueba que se está buscando y para esto no teme comprometer momentáneamente algunos éxitos para lograrlo.

Muchos verdaderos artistas han conocido estas dificultades. Es más bien un buen augurio, siempre y cuando pueda lograrlo.

Por sus pequeños cuadros, que contienen sus nuevas búsquedas, parece querer transmitirnos la visión de un ser humano, extraño y nuevo (para quien lo ve por primera vez). Visión no tan habitual como es de esperar. En general el artista traduce más de lo que puede ver, tomando elementos de la naturaleza, transformándolos y adaptándolos a las necesidades del cuadro, en función de su sensibilidad.

Pintores como Van Gogh y Soutine “visionaban”. Don particular que no puede ser encontrado ni forzado sin exponerse a los peores disgustos. El futuro nos enseñará si Agüero posee ese don. Por el momento, se encuentra en un punto muy delicado en el cual el acuerdo entre su visión y su plástica no está aún establecido.


Azzoni en la Sala v de Van Riel


Azzoni pinta paisajes, seres, que lo rodean, que creen que nos lo van a devolver con sinceridad. Sin embargo, esta sinceridad sería mejor un estilo que se había forjado y más convencional que plástico.

No utiliza más que con mucha prudencia los recursos técnicos, se podría incluso decir que siente una cierta desconfianza, cuando parece dar toda su confianza a los “efectos del cuadro”. Reminiscencias, tal vez inconscientes, pero capaces de paralizar las buenas intenciones que este pintor parece tener.

Los grises, los tonos, los valores modulados, le convienen mejor que los colores. Hay tal vez en él un escultor que se ignora. Los planos y los volúmenes muy marcados de sus lienzos apoyarían esto.

Para este artista, llegó el momento de ver claro qué es lo que quiere. Sin olvidad que para sugerir la naturaleza se puede hacer únicamente por equivalencias, inventando y recreando, y que esta es la única manera de hacer verdad en una pintura. Para esto, no hay que temer emplear todos los recursos que se encuentra a disposición de los pintores; es solamente luego de haberlos utilizado y de haber tomado todo lo que pueden dar, que cada artista puede encontrar el suyo.


Le Quotidien