LE QUOTIDIEN
EXPOSICIONES
Por Germaine Derbecq
Charles Ernest Smets en la Galería Van Riel
Auspiciado por S. E. el Barón F. X. van der Straten-Waillet, embajador de Bélgica, el señor Charles Ernest Smets, pintor belga, expone alrededor de cincuenta cuadros ejecutados durante sus viajes a Marruecos y España.
Retratos, figuras, desnudos y paisajes han sido pintados con el mismo entusiasmo.
Sin embargo, sus preferencias son hacia los paisajes. Es visible que este pintor ama apasionadamente Marruecos, que conoce muy bien ya que ha pasado largos períodos allí.
Es sobre todo la luz de ese país lo que lo maravilló, y se propuso reproducirla en sus lienzos. Luz intensa que pulveriza tanto las formas como los colores y por la cual ha debido reformar su paleta siguiendo el ejemplo de su antecesor, Delacroix, que debió hacer lo mismo a su regreso de Argelia.
En esos paisajes y escenas de España, la materia es más densa, las tonalidades más sordas. Debe ser la atmósfera de los seres y de las cosas, que traducirá por tonalidades más que por colores.
Smets se siente más a gusto cuando trabaja directamente con la naturaleza, plantando su caballete delante del motivo. No hay gran diferencia entre sus anotaciones y sus obras terminadas. Sin embargo, en algunos cuadros pintados en el taller, según sus estudios, se puede percibir el deseo de organizar las impresiones de los colores: creo suponer que es para él un indicio para el desarrollo de su obra.
Nadie duda que tenga en Buenos Aires, como lo ha tenido en otros lugares, el éxito que merece su talento. Principalmente, ante los aficionados que aprecian encontrarse con formas familiares a través del temperamento del pintor.
Tercer Salón Nacional de Artistas de Artes Plásticas Eva Perón
Los estudiantes de Bellas Artes, que no tienen el derecho de exponer en el Gran Salón Anual, tienen este salón reservado para ellos. Comprende secciones de escultura, pintura, cerámica, grabado y dibujo. Numerosos premios recompensan las mejores obras o dignas de ser promocionadas.
El premio de honor para escultura fue entregado justamente para Ricardo Martín Daga por su escultura intitulada La cabra. Es, en efecto, la mejor obra de esta sección que es, sin embargo, bastante floja.
En cuanto a la pintura, hay una mejor calidad y hay una mayor cantidad de cuadros (doscientos veinte contra cuarenta y seis esculturas). El premio de honor para la pintura fue entregada a un cuadro llamado Figura, de Enrique Abril. Aunque este cuadro no es muy homogéneo, es testigo de una gran habilidad y es la que contiene la mayor intención plástica. Hay que reconocer que todos estos jóvenes artistas poseen ya un buen oficio y alguno incluso un poco más. Podemos incluso decir que, en el conjunto, muchos mayores no lo habrían hecho mejor.
Xilografías de Bozzoli y David. Grabados del grupo Graphies, de París, en Galatea
El grupo Graphies reúne los nombres comunes del grabado con buril. Renovaron algunos medios clásicos, por contribuciones comerciales, lo que ha permitido nuevas expresiones.
Con las xilografías de Bozzoli y David, nos encontramos nuevamente ante dos artistas conocidos. Bozzolini es un pintor italiano de París, de la nueva generación. Sus grabados retienen particularmente la atención por la simplicidad de las formas tan plásticas al mismo tiempo que lo hacen por la pureza de su oficio. David es tal vez, para algunos, más seductor. Sus materiales rebuscados y bellos son atractivos y tienen una técnica muy personal.
Interesante exposición que nos permite ver las obras de algunos artistas de París.
Coppola y Hortense Tarazzi en la Galería Kryad
Dos pintores no figurativos. Coppola llegó a la pintura a una edad en la que todo ha sido largamente madurado. Es su primera exposición. Durante este largo período de recogimiento ha podido grabar y archivar gran cantidad de sensaciones pictóricas, al mismo tiempo que las de muchos otros pintores, que ha seguido atentamente. Le han quedado ciertas reminiscencias bien asimiladas y suficientemente transpuestas, a través de un temperamento sensible y de una inteligencia plástica que no es para nada común.
En las salas vecinas, Hortense Tarazzi expone también por primera vez. Tanto Coppola es un entusiasmo sensible como Hortense Tarazzi parece temerles a esas efusiones y se esconde detrás de sus conocimientos teóricos. Conocimientos adquiridos en el taller Pettoruti, nos dice Julio Payro.
Con la enseñanza de este maestro hubiera sido necesario, con esta base sólida, hacer que el estudiante fuera indisciplinado.
La nueva generación plástica argentina presentada por Jacques Helft
No se puede más que estarle agradecido. No es habitual ver a un aficionado del arte alterando su hogar para presentar una pintura.
En lo de Jacques Helft, las obras de arte son numerosas. Son el alma de la casa. Tienen, parecería ser, un poco con desconfianza para recibir a sus invitados que pretenden venir a disputar la admiración de los visitantes. No los han recibido con el impulso con el que se recibe a un entrañable amigo, por el cual uno cede incluso su cama, y va a dormir al altillo.
Los no figurativos son los parientes pobres, para quienes el menor rincón es siempre bueno —este pequeño rincón es un hermoso salón con las paredes recubiertas de tela gris para no entorpecer las pinturas—. Pero estos artistas son muy exigentes, y es toda la pared que les hace falta ya que trabajan para ella; sobre todo que no haya un solo vecino en el piso de arriba o de abajo, como en los Salones del tiempo de Diderot.
A pesar de estas restricciones, es interesante ver la nueva pintura argentina presentada al lado de obran antiguas. Estos matrimonios son generalmente felices.
Entre estos treinta y cuatro artistas, hay gran cantidad de obras de calidad. Retuve el nombre de algunos artistas, pero podría nombrarlos a casi todos. Ellos son: Hans Aebi, Wilma Dustir, Sarah Grilo, Jonquières, Kosice, Diyt Laan, Mele, Otano, Bruno Vernier, Miguel Ocampo, Fernandez Muro.
La intención de esta exposición era excelente. Agradezcamos a Jacques Helft por haberla realizado. Sería interesante que este tipo de manifestaciones se generalicen.