GERMAINE DERBECQ

LE QUOTIDIEN

5 de Diciembre de 1955

LAS EXPOSICIONES: MOLINA SALAS Y KRASNO

Por Germaine Derbecq


Las Exposiciones


Molina Salas en Pizarro


Molina Salas trajo de París esculturas que testimonian cualidades excepcionales.

Si está aún en el período del análisis de la prospección, del inventario de los medios de los cuales ella va a disponer, los utiliza ya con una franqueza que no se incomoda con consideraciones secundarias.

Va derecho al objetivo que se propuso, siempre siguiente atenta los consejos del maestro que eligió para ella, y sobre todo escuchando sus propios impulsos sabiendo ya muy fuerte en qué dirección se va a dirigir.

A este entusiasmo juvenil de las primeras revelaciones, se va a suceder el duro camino de los sacrificios, de las renuncias crueles sobre el altar del arte. Tengámosle confianza. La fe que anima a Molina Salas es de la que mueve montañas.


Krasno en Galatea


Este joven artista tiene un gusto pronunciado y un don innegable por las hermosas pinturas coloreadas. Hasta aquí, es por esa cualidad que se distinguió, por buscarse confusamente, con la alegría de pintar como objetivo principal.

Esta exposición indica que comienza a comprender que la pintura no es solamente eso. Tratando de introducir un orden, incluso si no es totalmente el suyo, toma conciencia de una necesidad absoluta y a través de otras obras trata de comprender los móviles y los mecanismos de una pintura, que es posible descubrir sus verdades personales.


Le Quotidien